Me abro al cierre

-Prólogo

El tejado de mi casa es muy travieso. Cuando quiere se desencaja de la cima de las paredes y se va a tomar el viento, es decir, que se va a dar un paseo por hay. Y cuando llora el cielo, y a este le entran unas ganas locas de volar, nos deja a todos calados hasta los huesos.

Bueno, ahora te lo explicaré desde el principio: cuando yo tenía dos años, mis padres querían vivir en un sitio independiente y alejado, y se vinieron a vivir aquí, es decir, a la casa en medio de el campo, solitaria pero divertida, aburrida pero entretenida, al ser la causa de que tengo amigos, no humanos pero amigos; estos son: mi perro Liny, la ardilla, el gorrión, el periquito y la gata de la granja.

Era un día soleado cuando me levanté por la mañana. Bajé a la cocina a desayunar. Había torrijas y leche. Cuando terminé, me vestí y me aseé, y me bajé al campo a jugar con mis amigos, cuando bajo, vi algo diferente, era nada menos y nada más que el tejado de mi casa, se llamaba Gully, pero todos le llamábamos Tyny el loco, al ser motivo de que hace lo que quiere. Nos lo pasamos genial: jugábamos a la pelota, al pilla-pilla, al escondite, etc. Pero cuando estábamos jugando al escondite, Tyny se cayó y se hizo un agujerón. Los padres nos hecharon la bronca del siglo y nos dijeron que ahora tendrían muchas goteras, entonces el periquito tuvo una idea: dijo que podiamos ir montados en el tejado hasta la gran ciudad para que arreglaran al tejado. Todos estabamos de acuerdo, los mayores porque podrían disfrutar de las vacaciones extra sin niño y nosotros porque ibamos a ir a la gran ciudad. Partiriamos la semana que viene.

Cuando me levanté, lo primero que hice fué mirar por la ventana. No hacía mal tiempo, aunque un poco nublado. Me vestí, desayuné y me aseé y me fui a desayunar. Después de unos 30 minutos, Liny, la ardilla, el gorrión, el periquito y la gata de la granja nos pusimos encima de Tyny. Este empezó a levantarse. Saludamos a los mayores.

Como había un largo viaje, los mayores nos prepararon una comida estupenda: bizcocho de todo tipo de sabores, limonada, fruta, y muchas cosas más.

El viaje muy fué tranquilo. Tardamos dos horas: empezamos a ver unas casas, que al orden se iban poniendo más grandes. Casi en el centro de la ciudad, vimos una tienda de arreglar tejados, bajamos suavemente y entramos a la tienda. Estaba llena de jente con tejados rotos o descoloridos. Eramos los cuartos en la fila. Como ya era hora de comer, nos fuimos a un restaurante chino. Había una comida muy buena. Pasada una hora salimos del restaurante, nos montamos encima de Tyny y a volar. El viaje no fué muy largo, parecido al de ida, cuando legamos a casa los padres nos habían preparado una fiesta sorprendente. Estamos todos muy alegres porque el tejado estaba muy nuevo, aunque travieso como siempre.

*

[Descripción de una persona]

Se llama Alba. Es una chica alta y delgada. Tiene el pelo largo negro como el tizón. Sus ojos son brillantes y tan grandes que parece que se le van a salir de la cara. La boca siempre abierta y risueña, deja ver unos dientes blancos perfectos.

Le encanta vestirse con una camiseta amarilla y unos pantalones de tirantes verdes como los de un jardinero, también le gusta llevar un sombrero de paja, un gran bolso y unas botas de goma grandes.

Es una chica muy simpática y divertida, aunque es nueva en la clase ya tiene muchos amigos. Es gran aficcionada a las conchas marinas que le encanta enseñarnos.

Como le gusta mucho hablar se pasa los recreos contandonos historias de cada concha.

*

[Descripción de persona que más me gusta estar]

Mi primo.

Se llama Andrés. Tiene 9 años, ya para los 10. Tiene la cara regordeta, aunque no mucho; Tiene el pelo rubio y rizado. No le importa que ropa llevar. Es bromista y sonriente. Le gusta el fútbol y jugar a la play station.

Vive en Sevilla. Va a un colegio francés. Su padre es profesor y su madre fiscal. Tiene una hermana de 2 años menos que él y se llama Estrella. Tiene dos gatos: Fernandita y su madre que no me acuerdo como se llamaba.

Le gustan los dibujos animados. No le interesa mucho la música. Y no es muy alto. Es muy ansioso con todos los muñequitos y con los helados y chuches.

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[Autoretrato]

Me llamo Daniel. Tengo 11 años. Tengo el pelo alborotado y negro. Los ojos pequeños, cejas grandes, nariz chata y boca no muy grande. Tengo los mofletes flacos y las orejas pequeñas. Soy alto y delgado, piernas grandes y brazos. Los ojos los tengo de color marrón oscuro. Tengo la cabeza alargada. Me gusta jugar al baloncesto, ir al cine y (jugar a) (ir a comer a) (bii) bolleyball. Me gusta la comida árabe e italiana. También me gusta la música jazz y rock.

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[Dictado de “El hombrecito de la lluvia”, Gianni Rodari]

Yo conozco al hombrecito de la lluvia. Es un hombre ligero; muy ligero, que vive en las nubes, que salta de una nube a otra sin hundir el blando y vaporoso pavimento. Cuando se despierta exclama: “¡Pobre de mí, quién sabe cuanto habré dormido!”Mirando hacia abajo ve la tierra seca y humeante sin una gota de agua.

[Continuación libre]

Entonces, rápido como un ciclón, este intenta que las nubes lloren un poco, pero estas también están secas. Entonces intenta conectar con (en) lo más profundo del alma, con el Sabio Sin Nombre, Rey de las Cuatro Estaciones. Y este le contestó, con la palabra de que fuera a sus mansiones. Y el gracioso personaje, hizo el viaje que ningún Maia nunca hizo: visitar a la maxima autoridad. Él (que es como llamaban a este rey) vivía en lo más alto y profundo de la Tierra, que solo podías visitar si el quería o lo presenciaba.

El Maia viajó por un laberinto gigante, con solo la preposición de que iba a llegar, y al cabo de 2 días, este llegó. La residencia de Él era una gran montaña. Le recibió, y le dijo que cuál era el problema, y el Maia dijo: “Al levantarme por la mañana, una oscura sombra fue la primera imagen que vieron con cierto recelo mis ojos. Rápido y veloz me desperté, pero de nada sirvió, porque la sombra ya se había ido, y con ella había secuestrado a la lluvia. La lluvía, que confía en todes, creía que era un juego y no utilizó sus grandes poderes, y se las llevó.” Entonces, Él dijo: “Pocas veces te hablaré, y esta será una de ellas. Búscala, este es el sitio donde menos te lo esperabas, pero si no lo encuentras antes de mañana, dejarás de ser un espíritu al ser un humano, y lya te he dado una pista, y ahora vete.”

La lluvia estaba en el sitio donde menos te lo esperabas, y si no la encuentro, seré un humano, (pensaba) humano, humano ¡¡¡Ya lo tengo!!! Los humanos, la Tierra, (l)¡ahí es donde está la lluvia! Y con este descubrimiento termina la primera parte.

*

Érase una vez, mi primo de Valdemoro, con casi 25 años, cara redonda y regordeta, pelo negro y no muy corto, mirada desafiante, y de estatura 1,79, tenía una obsesión muy grande con los perros. Entonces, ¡dale con los perros! Vecinos de todos los pueblos le regalaban todos los perros que tenían; estos eran de todas las edades, de todas las razas, de todos los tamaños… Cuando ya había conseguido casi la doble docena, vino el problema más grande de todos. ¿Dónde los pondría? Y todos los perros que le regalaron hasta ese momento los devolvió.

Tuvo que dar cobijo a 21 perros en su casa, y desde ese momento, le llamaron “El de los Perros”. FIN

*

[Dictado]

Llegamos al refugio. La puerta chirrió, y percibimos un olor a fuego apagado.

Cuando nos acostumbramos a la penumbra del interior, pudimos ver una habitación acogedora. En la pared de la derecha, a gran altura, había un ventanuco por el que se escondía una enorme telaraña y debajo un montón de leña seca.

En el centro, una enorme mesa de madera rodeada de bancos que parecía invitarnos a merendar.

Continuación]

Llegamos al parque natural. Al principio de este, un pequeño (car) parking era casi lo único con claridad que percibían mis ojos. Porque más de un billón de árboles inundaba todo –o casi todo– el terreno, y en el centro (y) había un río con (su) un puente (aunque nuevo) muy bonito y todo.

Me daba la sensación de que estaba en el paraíso, porque el aire mejor del mundo estaba allí. Un valle pequeño y majo al lado del río fue una cosa de las que más me gustó. Alrededor, había muchos (al) árboles, y en el centro, todo estaba lleno de hierba limpísima y (grande) verde.

*

Mi madre es un poco pícara, juguetona, amable y sincera.

Le gusta la gente que es simple, lo contrario de ella.

Siempre está haciendo cosas, es divertida y le gusta la lectura.

Es alta y delgada, y siempre es amable. Cuando habla por teléfono, parece que está hablando con el rey de Roma.

Le gusta sobre todo el cine antiguo y las películas que reflejan algo catastrófico de la vida.

*

Diario del Capitán Volisbia, 24 de Febrero 3003

Aunque es inhumano, es imposible, estamos en una nueva pista de descubrir el catorceavo planeta,

Diario del Capitán. Senvio, 14 de Mayo 3003.

Hace unos meses, más o menos, escribí una página dónde ponía que íbamos a descubrir un planeta, y ya lo hemos hecho. Intentaré hacer una pequeña descripción:

Cuando bajamos de la nave, todo estaba muy oscuro. En cuestión de milésimas, una abertura se abrió debajo de nosotros y todos (excepto la nave) nos deslizamos por el abujero limpio y verdoso. Una hora más o menos estuvimos bajando y bajando por por esa especie de tobogán. Algunos se suicidaron presos de la locura y otros perdieron la vida por el susto y el pánico. En fin, cuando acabamos la especie de “atracción de la muerte” nos arrastramos a un pasillo gigante. Y unos retumbos horrorosos oía de repente. Porque unos S gigantescos hombres nos cogieron y nos llevaron a una ciudad. Pero no se si es conveniente que la llamemos “ciudad” porque era lo más precioso nunca visto por el hombre. Un montón de castillos de la edad media, rodeado de árboles y todo tipo de vegetales, fuentes que hechaban agua plateada que vañaba una plaza recubierta por una alfombra multicolor, rascacielos gigantescos que terminaban en punta, pirámides de egipto, templos griegos, casis parisinas… era una especie de ciudad-mundo, llamada, Tûna.

[Opina:

¿Te gustaría formar parte de una expedición?] No. [¿Por qué?] Porque sería arriesgado y clautofobico.

*

[8. Escribe cinco adjetivos para describir el carácter de tu maestra.]

Amable, desconfiada, inteligente, divertida, seria.

[9. Escribe su retrato interior con los cinco adjetivos.]

Pilar, mi profe, cuando la preguntamos alguna pregunta difícil pone una cara inteligente y seria, pero ella es siempre divertida menos cuando la cabrean. Es muy confiada y amable con la gente.

*

[Lengua. Relato]

“Esa noche no podía dormir. Tenía algo en lo más profundo de mi alma que me ponía muy nervioso. Me levanté y me fuí a beber un vaso de agua. Cuando llegué a la habitación, noté que una luz verdosa bañaba mi ventana. Fui rápido hacia ella y la abrí. Pude ver con mis propios ojos una inmensa mole de metal que llevaba unas pequeñas luces verdes. Como atraído por un imán, me fui acercando poco a poco, sin saber lo que hacía. Salí de mi casa y me dirigí al parque. Al llegar, vi que la inmensa mole de metal era una nave espacial. Intenté entrar en la nave, pero cuando la toqué con la suela del zapato, un montón de pequeños bichos (como pingüinos) aparecieron por todos lados y me cogieron. Yo no opuse resistencia, ya que eran muchos y estaban “armados”. y me llevaron a una especie de calabozo.

Después de unas horas, oí un leve zumbido: estabamos despegando. Y aquí sigo, escribiendo esta carta por si alguien la encuentra que por favor, me ayuden”.

*

[10. Escribe un relato de ciencia-ficción.]

Eran las 4:15 de la mañana. Me tocaba Consejo en la quinta. Salí de mi casa. Entré en mi taxi y en dos segundos ya estaba sentado en mi silla para el Consejo. Nuestro conjunto, es una organización secreta y muy importantes que se encarga de otros países, y planetas.

Estuvieran como 2 horas hablando de un planeta, de una misión… yo me dormí, y al cabo de media hora, alguien gritó mi nombre muy alto. Me di un susto, que casi caigo de la silla. Me ordenaron que tenía que ir a un planeta muy subdesarrollado, (llamado la Tierra) para descubrir a una banda de Adebarianos que se había colado en la Tierra sin el permiso de la NASA.

Yo estaba muy nervioso, porque nunca había hecho ninguna “misión x” (como llama mi madre)

Iba a salir dentro de 44,89 céntimas de segundo, a sí que no me dió apenas tiempo de despedirme y hacer la maleta. Cuando entré en la nave, me dió una sensación de frío interior. (así es como dice mi madre)

Iba a viajar 100.000.001.090.004 años luz, es decir, 4 días (un montón) ¡qué emoción!

Fin de la 1º parte (y última)

*

-¿Qué, qué hago aquí?

-Pues lo que tendrías que haver hecho hace mucho tiempo.

-¿Quién eres? ¡Ah, ya sé! ¡Te he pillado! ¡Este es un programa de T.V que hacen bromas! ¿Quién me lo habrá hecho? ¿Mi tía Kate? ¿Mis padres?

-¿Qué tonterías estás diciendo, Gilberto?

-¿M… ¿Qué? ¿Gilberto? Además de una broma tonta y pesada, es mala: ¡MI NOMBRE ES BLAIK! -Gritó el niño. – ¿(Oh) O, no es una broma? (…)

-Es verdad. Creo que te tendría que dar explicaciones. Hace mucho tiempo, creíamos que se iba a explotar el planeta; entonces mandamos llevar al pequeño príncipe a otro planeta, para, que cuando se explotara, nuestra raza no se extinguiera.

-Entonces, ¡ahora no me digáis que ese pequeño era “Super Mán”!

-Efectivamente. Y tú eres su nieto, y por eso vamos a llevarte de vuelta a nuestro planeta: Orión.

-¿Y mis padres, siguen viviendo?

-Claro. Son inmortales.

-¿Pero el planeta no se había explotado?

-No. Fué una equivocación.

-Y… ¿Inmortales? ¿Y Supermán, porque se a muerto?

-Le mataron.

-¿Quién?

-La misma persona que dijo que se iba a explotar el planeta.

*

En un pueblo, pequeño (más bien una aldea), en el(o) alto Pirineo, los habitantes del pueblo (todos personas jubiladas) se habían enterado que de el Alto Pirineo de Francia habían visto ir a un lobo a su pueblo. Todos los aldeanos, estaban muy preocupados, porque vivían a causa de la ganadería.

Pepe, que era el mayor de todos, por lo tanto “el jefe”, cogió una escopeta de su padre ya muerto y convocó una reunión en la vieja plaza del pueblo, al lado de la estatua de su abuelo. Al final, las abuelas y los abuelos, decidieron que por la noche, las personas más jóvenes (60 años) harían de vijilas.

Esa noche le tocaba de vijila a Juana, la mujer de Pepe. A las 12:30, esta ya estaba más frita que (un p) la arena de la playa.

Hoyó unos pequeños saltos, y cuando se levantó, vió a un inmenso lobo devorando a las gallinas. Juana cargo la escopeta, y de un disparazo se cargo al lobo en un plis plas.

Los habitantes se levantaron rapidísimo, y de la alegría por la muerte del lobo, achucharon a Juana tanto (como) que la tuvieron que llevar al Hospital.

*

[Relato Fantástico & Descripción del Museo Naval.

Descripción]

Cuando entramos, vimos una pequeña habitación con un vigilante muy tonto; nos hizo pasar por una especie de barrera para ver si teníamos armas; luego subimos por una escalera estrechísima y mal pintada a un pasillo que daba al vestíbulo. Este estaba adornado con un cuadro de Isabel (la) II (que fundó el museo), dos señores muy serios y muy bien vestidos y una señorita con un vestido horterísimo y rosa que tenía un pecho gigante y una tripa muy delgada. A continuación, entramos en otra sala con un barco (buque) muy grande y bonito, y dos cuadros que cada uno de ellos llevaba pintados a los Reyes Católicos; también había una (b)vajilla con la bandera de España al revés. Luego, un montón de salas con maquetas de barcos, buques, galeras hechas de huesos, armas, mástiles, camarotes, etc. la decoración era muy hortera: las paredes rosas con columnas verdes o viceversa. Bueno, resumiendo, ha sido una vista que ha merecido la pena.

[Relato fantástico. (No soy yo) →]

Entramos en el museo, llovía mucho; entonces subímos una escalera y entramos en el (b)vestíbulo. Tenía unos cuantos cuadros y 2 bancos. A mí me gustan mucho los barcos, por eso he querido venir al Museo Naval, porque tiene muchos barcos y objetos relacionados con estos.

Así seguimos como una hora, hasta que al final, un montón de agua vino con muchísima fuerza a chocarse contra nosotros; parecía un barco hundiéndose. Pero yo recorde que mi padre me había regalado antes de morir una maquinita que hacía grande las cosas, y este era el momento de utilizarlo. Y eso hice, cogí un barco y lo transformé, me monté en el y empecé a recoger a toda la gente.

Cuando ya habíamos recogido a todos salimos a la calle, y… ¡toda la ciudad estaba hinundada! porque había llovido tanto que todo Madrid se había inundado.

Todo el mundo tenía su barca, y en vez de ir en coche iban en su barquita que no contaminaba nada. Y Madrid, en vez de llamarse así, se llamó: “Hidromadrid”.

*

[descripción de un lugar de miedo.]

Traba (costa de la muerte)

Se puede decir que Traba es la más brava y grande playa que haya en Galicia. Las olas rúgen como leones, y sus (dimensiones) arenas repletas de algas, cactus, erizos, etc te hacen sentir incómodo.

Pero no es todo así, también tiene unas dunas cubiertas de restos de barcos que te hacen pensar si uno de estos trozos de madera hubiera pertenecido a un barco que se chocó contra las terroríficas rocas que pueblan la Costa de la muerte.

Nadie se atrebe a entrar en la playa por la noche, porque, como dice una leyenda, si entras en traba de noche, no saldrás de ella. Como la playa está en dirección Norte-Oeste, sopla un viento tan terrorífico y huracanado que te hacen pensar si vas a salir volando y caer en los leones que acarician la playa gigante.

*

[Relato de una pequeña historia de miedo]

Cuenta que, a las orillas del mar, existía una playa magnífica, con un oleaje estupendo y una gran variación de peces comestibles. Esta playa, había alejado a toda la gente de allí, porque todos decían que estaba gobernada por la bruja del mar, que, como decían ellos, si alguien toca el agua de esa playa pasará a ser gobernado por la bruja, y nunca más volvería a salir de las profundidades de el mar.

Pasados ya sus años, un grupo de pescadores que venían de la ciudad, decidieron pescar en esa playa, y a pesar de los consejos que les habían dado los de los pueblos más cercanos, estos no hicieron caso de nada. Como decían ellos que por la noche era cuando mejor pescaban, decidieron pescar esa noche, ni más ni menos que a media noche.

Cuando los pescadores tocaron la arena de la playa se produció un pequeño temblor, pero estos ni se inmutaron. Sacaron la barca al agua y se subieron en ella. Apenas el anzulo matar a un pequeño pez, las aguas se alzaron con una fuera terrible y se tragó a la barca. Los pueblerinos, como no volvían, fueron a buscarlos. Un mozo muy valiente dio un pasó y entró en la playa. Todos se creían que iba a morir, pero no le pasó nada. Entonces todos entraron en la playa, y hasta se bañaron, entonces sabieron que solo moría quien pescaba en la playa, y fué un lugar muy turístico, pero, como nó, se prohibió la pesca en esa zona.

*

[Describe el paisaje que has hecho en 8 o 10 líneas.]

Desde lo alto se puede ver la pequeña plaza de la iglesia, rodeada por unas casitas típicas de allí. Un poco más arriba, dos grandes casa hay con cada una su pequeño jardín.

Esta pequeña aldea tiene unos cuantos árboles. A la derecha, un gran río marcha a la “ventura” con un puente muy antiguo por encina. A la otra parte del río, un pequeño camino sigue su “camino”, independiente a los inmensos sembrados y bancales que hay por todas partes.

*

[Lengua. Dictado]

Hace mucho tiempo, en este lugar apareció un día una fuente, que bajaba de lo alto de la montaña. Una muchacha del pueblo llamada Blanca pasó un día de mucho calor junto a la fuente y se detuvo para colmar su sed. Esta muchacha tenía desde niña un brazo inutilizado por unas fiebres reumáticas de las que nunca logró recuperarse. Se agachó para beber y las gotas de agua cubrieron el brazo enfermo. La muchacha bebió, se refrescó las sienes y los brazos y siguió su camino. Este hecho se repitió varias veces aquel verano.

[Continuación libre]

La madre de Blanca, Lidia, estaba muy preocupada por ella. Todas las mañanas, a primera hora, salía de su casa e iba en dirección a la montaña. Venía a la hora de comer, muy alegre y sonriente. Además ya no tenía, fiebre, y el brazo lo podía mover un poco. Lidia temía que ella fuera a un curandero o algo así, porque tenían muy poco dinero y no podría pagarle.

Una mañana, antes de que Blanca se despertara, Lidia entró en su cuarto y la levantó. Le dijo:

-Blanca, cariño, ¿a dónde vas todas las mañanas?

-Mamá, lo siento, pero es un secreto.

-¡Pero, yo soy tu madre! Desde que murió papá ya no nos hablamos, ni me dices nada.

-Bueno, te lo contaré: ¿te acuerdas es día de mucho calor que fuí a dar un paseo?

-Espera… ¡sí!

-Pues me encontré una fuente. Yo tenía mucha sed, así que bebí un poco de ese agua. Entonces todo cambió: el brazo puede mover.

-¡Y por eso por lo que estás tan bien!

-¡Claro! Por eso voy todas las mañanas a la fuente, para beber de esa agua tan maravillosa.

-Pero… ¿de dónde vendrá ese agua?

-¡Podríamos ir hoy siguiendo el camino de la fuente!

-Pero tenemos que tener cuidado. Seguro que la fuente viene de la montaña.

-Pués venga. Vamos a vestirnos y a desayunar cuanto antes. ¡Tengo unas ganas de ir!

Lidia y Blanca salían andando ligeramente del pueblo. En menos de una hora, Lidia divisó a lo lejos una pequeña cinta de plata y una fuente. Madre e hija fueron rapidamente hasta la fuente. Allí se refrescaron los brazos, la cabeza, lacara, los hombros… Al fin, a Blanca no le dolía nada el brazo y podía moverlo perfectamente y a Lidia se le quitaron las malditas contracturas que tenía en el trapecio.

Las dos “mujeres” siguieron el camino. El campo estaba precioso. Se (vehía) veía a lo lejos unas casitas muy bonitas. El río tenía por todos lados alrededor unos inmensos campos de flores multicolores. Era más bien un pequeño arroyo. Cuando era la hora de comer, se sentaron entre las flores y degustaron los exquisitos bocadillos de manteca de coliflor que Lidia había preparado. Cuando terminaron, siguieron el camino. Ya en la hora de la siesta, habían llegado a la falda de la montaña. El arroyuelo se iba extrechando. Siguieron al “río” hasta que… ¡entraron en una especie de abujero donde estaba todo lleno de grandes casas coronadas con un escudo!

Las dos extrañadas llamaron a una de las casas, y, ¡apareció una bruja! Les explicó que la fuente atraía a las brujas, y que ellas eran una de ellas, es decir, Lidia y Blanca, las 2 aldeanas más pobres, fueron brujas, tuvieron poderes, etc. Y así se explicó que no solo los afortunados tienen suerte.

*

[Descripción científica de la Granja-escuela “el Acebo”.]

A llegar, se ve claramente na gran casa de madera con tres pisos. La puerta principal es grande, negra y de hierro, y las ventanas no muy grandes. Cerca de esta – al fondo- hay un pequeño parking con unas diez plazas. Por la otra parte, hay un patio exterior pegado a la puerta trasera. Una escalera de cemento baja hasta llegar a un gran patio donde hay dos casas que utilizan como talleres. A la derecha, hay un corral con gallinas, patios, ocas, etc. Abajo, está el huerto, y a la derecha de este, están las, vacas, ovejas, cabras. Etc-

[Descripción literaria de la Granja-escuela “el Acebo”.]

Al entrar en la casa principal, se podía notar el olorcillo a comida. Todo lo recuerdo: las habitaciones eran cálidas, pero bonitas y alegres. El comedor era grande y estaba bien decorado, y hacía algo de calor. Siempre que entrábamos allí me daba la sensación de que ibamos a comer o a hacer algo divertido. El paisaje que se podía contemplar desde allí eran unos hanchos montículos con poca vegetación, reflejados por la poca luz que daba el sol allí. Todo eso me daba una sensación de bienestar y felicidad, pero sobre todo notaba que esos cinco días me los iba a pasar estupendamente.

 

2002-3